La cábala judía asocia a cada letra del alfabeto hebreo un número. Manipulando dichos números con reglas matemáticas se pretende descubrir importantes secretos, estudiando cabalísticamente el texto sagrado judío por excelencia, la torá. La torá está formada por los cinco primeros libros de la biblia, (el Pentateuco) que según la tradición judía, fueron escritos directamente por Dios. La creencia de que Dios codificó información importante en la biblia ha sido una constante a lo largo de la historia. El mismo Newton creía en ello y le dedicó grandes esfuerzos, aunque no sabemos con qué éxito. Actualmente existen programas de ordenador que pretenden obtener profecías, analizando númericamente la biblia. El libro de Michael Drosnin, El código de la Biblia, que presenta uno de esos programas, ha sido un verdadero best-seller en todo el mundo a finales del siglo XX (hoy en día es fácil de conseguir).
El pueblo judio siempre ha sido amigo de este tipo de estudios que rayan con lo esotérico. Empleaban también en sus escritos distintos métodos criptográficos, pero más como un medio de dar un aura de misticismo, que con el proposito de ocultar información. De todos los métodos que empleaban el más conocido es el atbash, ya que aparece en la biblia, en concreto en el libro de Jeremías, donde el nombre de la ciudad de Babel se codifica como Sesac (se debe tener en cuenta que en hebreo antiguo no se escribían las vocales)
El atbash sustituye la primera letra del alfabeto por la última, la segunda por la penúltima y así sucesivamente. Empleando un alfabeto latino de 26 letras (quitamos la ñ), podemos poner un
Ejemplo.
Texto claro: yonomellamojavier
Texto cifrado: BLMLNVOOZNLQZERVI
Otro método de codificación era el Albam (que hoy en día se denomina Rot13). Lo explicamos en el caso de un alfabeto de 26 letras. La primera letra se sustituye por la letra que ocupa la posición 14, la segunda por la que ocupa la posición 15 y así sucesivamente. La letra 14 se sustituye por la primera, la letra 15 por la segunda, etc. En todo es equivalente a un cifrado Cesar con una clave igual a 13. Para los que sepan hebreo, que no es mi caso, os dejo un alfabeto hebreo y cuatro de los métodos de cifrado que empleaban.
De nuevo tenemos que codificar las letras: a la A le hacemos corresponder el 0, a la B el 1,... y a la Z el 25. Para saber que código le corresponde a la letra encriptada, debemos observar que siempre una letra y su encriptada suman 25. Por lo tanto si una letra tiene código n le corresponde la letra con código 25 - n. Por ejemplo, a la C le corresponde el 2 y 25-2=23. Así que a la C le corresponde la X, que es la letra asociada al número 23.
A pesar de su simplicidad esto se puede realizar de otro modo. Calculemos -n en la aritmética del reloj de 25 horas
-2 modulo 25
Obtenemos el mismo resultado.
Software.
En esta página marcando la opción "atbash" se puede encriptar y desencriptar rápidamente.
Aquí os dejo una frase, del famoso San Agustin, donde habla de las matemáticas (y no nos deja muy bien). Como siempre he eliminado los espacios en blanco, los acentos, los signos de puntuación,...
voyfvmxirhgrzmlwvyvkvinzmvxvizovigzwvolhnzgvnzgrxlhbglwlhzjfvoolh jfvivzorxvmkiluvxrzhezxrzhbzjfvvcrhgvvokvortilwvjfvolhnzgvnzgrxlhszbz
msvxslfmzzorzmazxlmvowvnlmrlkzizlhxfivxvivovhkirgfbxlmurmzizoslnyi
vvmozhzgzwfizhwvormurviml
Utilizando la página anterior (y un poco de imaginación) es posible descubrir el contenido de esta frase.
No hay comentarios:
Publicar un comentario